En colaboración con J. Anglada y D. Gelabert

Josep Ribas González y sus compañeros, J. Anglada y D. Gelabert, proyectaron este edificio de oficinas –construido en los terrenos que había ocupado antes un teatro–, el cual se ha convertido en uno de los símbolos de la fachada marítima de la ciudad.

La ordenanza vigente en la época permitió levantar 28 plantas, lo que convirtió esta torre en uno de los primeros rascacielos de la ciudad. Podemos distinguir tres partes bien diferenciadas: la inferior, que ocupa la totalidad de la superficie del solar y que está formada por un aparcamiento de tres pisos; el cuerpo de la torre, de 22 niveles, y una planta más reducida y de forma hexagonal, que se alinea al chaflán de la calle del Portal de Santa Madrona y de la avenida Drassanes, y el vistoso coronamiento, de perímetro trapezoidal y con tres niveles, los cuales, originariamente, estaban destinados a ser ocupados por una cocina, un restaurante y una terraza.

La principal cualidad de esta construcción se encuentra en su esbeltez visual, a la cual no es ajena el hecho de que, a medida que el edificio crece, experimenta un ligero alabeo. Su verticalidad se remarca con las pantallas de hormigón estriadas en el encofrado y con las viguetas de aluminio que enmarcan las ventanas de toda la fachada.

• Fecha: 1971
• Superficie: n/a m²
• Estado: Completado
• Localización: Barcelona, España