Share
.vc_custom_1491733794123{padding-top: 0px !important;padding-bottom: 0px !important;}
Info

Iglesia en Baqueira, Pirineo de Lleida

El movimiento de renovación litúrgica que se dio en Francia y en Alemania durante la segunda mitad del siglo xx, y especialmente las directrices del Concilio Ecuménico Vaticano II (celebrado entre los años
1962 y 1965), propiciaron grandes cambios en la arquitectura religiosa posterior a aquellos años, tanto por lo que respecta al arreglo interior de los templos, como al lenguaje arquitectónico, que definitivamente prescindía de evocaciones neoclásicas para comprometerse con la contemporaneidad.

En este contexto, la propuesta que hizo Josep Ribas González a mediados de la década de 1980 fue radicalmente innovadora, especialmente en el marco donde se construyó, la Vall d’Aran, en pleno Pirineo, y junto a las iglesias románicas más emblemáticas. Con los materiales propios de la región –piedra, pizarra y madera– y con ocasionales intervenciones de hormigón moldurado, creó un nuevo tipo de iglesia que conjuga tradición y modernidad.

Se trata de un juego de volúmenes muy bien articulado, con tres niveles de cubiertas a dos aguas que se suceden escalonadamente, y crean unas ventanas oblicuas que iluminan cenitalmente el interior del edificio. Dos ventanas triangulares, una en la fachada anterior y la otra en la posterior, hacen las veces de claraboya y difunden la luz a través del techo recubierto de madera. Todos estos elementos definen un espacio interior que invita a las celebraciones litúrgicas. Desde el exterior, lo que observamos es una cruz en negativo, inserta en una punta-campanario de hormigón que confiere identidad a la obra y la hace muy notoria.

  • /