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Concurso Mercado en Cáceres

En colaboración con J. Anglada y D. Gelabert

Si las grandes dificultades económicas fueron el rasgo característico de los años cuarenta del siglo xx en el Estado español, a partir de 1957, con la liberalización de la economía, se puede empezar a hablar de una reactivación, que se dio tanto en el ámbito privado como en el público, en el que las administraciones iniciaron un plan de infraestructuras que propició la renovación de los equipamientos envejecidos.

Así, se convocaron unos concursos abiertos a la arquitectura moderna que aportaron una renovación en todo tipo de edificios públicos (mercados, escuelas, hospitales, estadios deportivos, estaciones de tren, etc.). En este contexto, Josep Ribas González y sus compañeros de estudio, J. Anglada y D. Gelabert, presentaron el anteproyecto SETA para un mercado que había convocado el Ayuntamiento de Cáceres.

Aunque el edificio no se llegó a construir, probablemente sea una de las propuestas más innovadoras de la época. Utilizando niveles de dos y tres plantas, según la cota, se trataba de conseguir el máximo aprovechamiento del espacio, teniendo en cuenta que el inmueble había de estar situado en una manzana de mucha pendiente.

El acierto de este proyecto lo encontramos en el juego de las cubiertas, las cuales, a modo de pirámides invertidas, aprovechaban los pilares estructurales del edificio para abrirse a derecha e izquierda y crear una sensación de continuidad armónica.

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